Un camino rural con más de 30 kilómetros de longitud, ubicado en el corazón del Departamento San Salvador, es fuente de conflicto y disputa entre arroceros y ganaderos contra la empresa láctea “Los Menchos”, perteneciente a la familia Garat, que tiene cuatro tambos en la zona.

Mientras tanto, en medio de la pelea -según dicen los productores-, “un Estado ausente prefiere mirar para otro lado”.

De acuerdo a productores de la región que tienen sus establecimientos sobre ese camino rural, cada vez que llueve, para sacar los más de 20 mil litros de leche hasta suelo firme, la familia Garat deja de usar otro camino que habitualmente utiliza para transitar por “un alternativo para él, pero el principal para el resto de los productores vecinos”.

Lo que desató el enojo de los vecinos, según contaron, fue que la semana anterior la Zonal San Salvador de la Dirección Provincial de Vialidad había comenzado con un trabajo de mejoramiento de un trayecto de ese camino y luego de que lloviera, la familia Garat, al tener que sacar por allí mismo su producción, lo volvió a destruir. En todo ese trayecto hay dos escuelas rurales, almacenes y trabajadores de los campos que van y vienen de San Salvador.

Marcelo Cattáneo es arrocero y es uno de los vecinos: “El problema es de larga data y cada vez está peor. Estamos batallando con un Estado que no está presente y los pocos recursos que se asignan los destinan para otras cuestiones”.

El martes pasado, los productores, muy enojados por la situación, le cruzaron en el medio del camino a la familia tambera una rastra para impedir que sus tres tractores con acoplados cisternas cargados de leche sigan transitando por allí. Luego de un tiempo, se habilitó el paso por un costado.

“Tuvimos que ser drásticos y cortarle el camino al lechero con una maquinaria para que deje de pasar y no se siga rompiendo más el camino. De esta manera, también se visualiza el problema grave que tenemos en la zona. En 2008 se enripió y luego fueron solo parches que hizo Vialidad Provincial”, explicó.

Del otro lado del conflicto, Francisco Garat, encargado del establecimiento “La Negrita” y dueño de la firma láctea, no se desligó de su responsabilidad y reconoció que sus vehículos son los que destruyen el camino.

“Son zonas arcillosas que cuando llueve se vuelve más dificultoso transitar. Pero nosotros no podemos dejar de sacar la leche todos los días porque así es nuestra actividad. Entendemos el enojo de los vecinos. Desde hace tiempo que venimos reclamando a Vialidad Provincial y al gobierno entrerriano que arreglen y mantengan pero nunca lo hicieron”, señaló.

Otro de los vecinos enojados es el productor arrocero Héctor Müller. Apuntó al “Estado ausente” porque “no le interesa el que produce”.

“Hemos hablado hasta al cansancio con los dueños del tambo pero parece que no entienden. Por eso tuvimos que tomar el toro por las astas. No queremos que deje su actividad pero debe tomar conciencia de que debe invertir”, remarcó.

“Hay dos soluciones que las puede hacer ya. Por un lado, adaptar los acoplados con gomas de alta flotación y, por el otro, invertir en un sistema de enfriamiento en el establecimiento para que por varios días de lluvia pueda esperar sin sacar la producción y se oree un poco el camino. También debe tener maquinaria propia para poder mantener el camino. Entre todos debe haber buena voluntad. Debemos ser solidarios”, agregó.

El miércoles por la mañana, los productores redoblaron la apuesta y, a la rastra del primer corte del día anterior, sumaron tractores y camionetas para dificultar aún más el paso. En este contexto y ante una situación insostenible, los Garat se reunieron con Juan José Bahillo, ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de Entre Ríos, quien se comprometió a visitar la zona para resolver el inconveniente.

“Coinciden que hay que darle una pronta solución y nosotros necesitamos que las autoridades se ocupen. Desde que nos embarcamos en el proyecto se nos prometió que si lo desarrollábamos y dábamos trabajo, ellos se iban a encargar de que los caminos estén en condiciones”, dijo Garat.

Con una tregua parcial por unos días, para Cattáneo es primordial que el productor tambero se ponga al frente de los reclamos al gobierno provincial, que “brilla por su ausencia”.

“Sabemos que los tiempos de la política no son los mismos que los del campo. Estamos cansados de tantas promesas y si esto no se soluciona, vamos a ir hasta las últimas consecuencias y a agotar todas las instancias”, reclamó.

Fuente: La Nación / Mariana Reinke

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