José María Varangot de la Federación Agraria afirmó que "vivimos una situación que supera todos los límites, sin agua y pasto en el norte entrerriano”.

El dirigente de Federación Agraria Entre Ríos y productor contó que los montes en el norte entrerriano están pelados. Dijo que no queda nada de pasto y agua. Los tajamares y arroyos se han secado. No se puede mover la hacienda por la pobrísima condición corporal de los animales.

Indicó que los rindes promedios en los tambos bajaron un 50%. Abogó por una política de estado que contenga a los productores en una situación que ha superado todos los límites

El productor de El Solar, Colonia Bertozzi, en el Departamento La Paz, señaló “estamos atravesando una situación con fenómenos nuevos en el norte entrerriano con tres años de sequía muy severa”.

Detalló “han perdido toda la soja de primera y de segunda, al igual que el maíz, los tamberos están en una situación crítica, mientras que los ganaderos, entre los que me incluyo con 43 años en el rubro, haciendo desde hace un tiempo cría y recría, también la estamos pasando muy mal”.

Comentó “hace unos días tuve que malvender vacas con terneros, algo insólito y que no hacía desde hace muchos años y digo malvender porque fue una venta forzosa”.

Explicó que “estamos viviendo situaciones muy extrañas porque en los campos ha desaparecido el agua, es un hecho que no tiene precedente alguno. El tajamar que tenemos en el campo se secó por completo al igual que los arroyos que cursan el mismo; mientras que los tanques están agrietados por el movimiento de suelo. Las vacas en su desesperación por tomar agua se lanzan sobre los bebederos rompiéndolos, los enganches que tienen los acoples están dañados”.

Señaló que “tratamos de hacer lo imposible por tener agua en un contexto por demás complicado, ya que no podemos mover la hacienda”.

Detalló “hacerlo con estas temperaturas sería mortal para el rodeo. Está absolutamente estresada, no hay que moverla y es muy triste ver que el tajamar está seco y que el animal desesperado queda empantanado, muere, y el ternero queda balando en lo que fuera la costa, llamando a la madre”.

Dijo que “no se puede hacer nada, es una trampa mortal las orillas que han quedado con un poco de barro en tajamares y arroyos secos en su cauce que nos dejaron sin agua, las napas bajaron considerablemente en lo que definió como una tormenta perfecta”.

La Federación Agraria, entidad que integra, sostuvo que “está siempre acompañando y ayudando al pequeño y mediano productor que es inmensa mayoría en la provincia. Pasando en limpio representamos a la mayoría de los productores entrerrianos”.

Indicó que “se tiene que trazar un plan de recuperación del campo y todas sus producciones en la provincia, que ha sido arrasada por tres años de seca consecutiva, sin respiro alguno, con todo lo que eso significa. El productor que tiene que afrontar la próxima campaña está desfinanciado. No tiene reservas porque las acumuladas para el otoño-invierno las tuvimos que usar ahora y ya no queda nada, razón por la que la situación se agrava día a día, teniendo en cuenta que mucha gente asumió compromisos financieros con entidades bancarias”. Señaló que hay que “apuntalar a ese pequeño y mediano productor que es quien mueve la economía”.

Sobre las consecuencias de la sequía y números que indican que Argentina tendría 1.500.000 terneros menos dijo “es una de las consecuencias que vamos a tener, también en la calidad de la leche y sus derivados por una alimentación que no alcanza, rodeo de leche y de carne en muy mal estado y que cuesta mucho que se recupere”.

Se mostró esperanzado en que llueva antes del otoño para aprovechar el reverdecer de la estación y de esa manera afrontar un invierno al cual hoy no hay manera de encarar.

Dijo que “en el norte muchos campos se encuentran en estado de emergencia y otros en estado de desastre. Nuestra idea es que la emergencia a través de los dos años anteriores de sequía que se profundizó en el presente, se los catalogue como desastre, dado que a los problemas usuales se les agregó que no tenemos más agua, que bajaron las napas, que no se puede mover la hacienda, encontrándose el productor de campo atado de pies y manos. Hay que mirar, echar el ojo a los campos que han perdido absolutamente todo.

Sobre los tambos en el norte de la provincia informó que “han bajado hasta el 50% de sus rindes”.

Concluyó diciendo “tenemos que aprender de países limítrofes que si bien la están pasando mal por el rigor del clima es de esperar que las autoridades con la desgracia que nos toca afrontar, tomen una decisión seria, sustentable de recuperar de una buena vez por todas, el campo”.

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