Alimentos y bebidas sin alcohol fue lo que más subió. A diferencia de lo que ocurre a nivel local, en el resto de los países retrocedieron 13,7% en el año

Mientras en la Argentina el aumento de precios orilló el 150 por ciento, los alimentos escalaron desde diciembre último 170,9 por ciento. Esto se debe a los crecientes incrementos en el valor del dólar, el cual acumula un alza de 352 por ciento, al pasar el oficial de 188 a 851 pesos. Por su parte, en el mundo, según las cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), durante 2023 los precios de los alimentos estuvieron un 13,7 por ciento por debajo del valor medio de 2022.

La división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas. Al interior de la división tuvieron mayor incidencia las subas de Carnes y derivados, Aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos, y Pan y cereales.

En contraposición, el índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en 118,5 puntos en diciembre de 2023, es decir, 1,8 puntos (un 1,5 por ciento) por debajo de su nivel de noviembre, ya que los descensos en los índices de precios del azúcar, los aceites vegetales y la carne compensaron con creces los aumentos de los precios de los productos lácteos y los cereales. El índice se situó 13,3 puntos (un 10,1 por ciento) por debajo del nivel registrado en el mismo mes del año anterior.

El índice de precios de los cereales de la FAO registró en diciembre un promedio de 122,8 puntos, esto es, 1,8 puntos (un 1,5 por ciento) más que en noviembre, pero aun así se encuentra 24,4 puntos (un 16,6 por ciento) por debajo del valor registrado en diciembre de 2022. Tras caer durante cuatro meses consecutivos, los precios de exportación del trigo aumentaron en diciembre, a raíz de perturbaciones logísticas relacionadas con las condiciones meteorológicas en algunos de los principales países exportadores y de las tensiones en el Mar Negro en un contexto de sólida demanda. Los precios mundiales del maíz también se incrementaron en diciembre, a causa de la preocupación por la siembra de la segunda cosecha en el Brasil y las limitaciones logísticas que obstaculizan los envíos desde Ucrania.

En cuanto a otros cereales secundarios, los precios mundiales de la cebada aumentaron, mientras que los del sorgo disminuyeron ligeramente. En diciembre, el índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz subió un 1,6 por ciento respecto del nivel de noviembre. Las cotizaciones del arroz índica explican este incremento, pues subieron en respuesta a las adquisiciones de algunos compradores de Asia y a la menor competencia entre los exportadores como resultado de las restricciones a la exportación impuestas por la India y la escasez de disponibilidades en Viet Nam.

Según el índice correspondiente, los precios internacionales del arroz registraron un aumento anual del 21 por ciento en 2023, debido en gran parte a la preocupación ante el efecto de El Niño en la producción de arroz y a las consecuencias de las restricciones a la exportación impuestas por la India. En lo que respecta al año en su conjunto, en 2023 el índice de precios de los cereales de la FAO se situó en 130,9 puntos, o sea, 23,8 puntos (un 15,4 por ciento) por debajo del promedio anual récord registrado en 2022, a raíz del buen abastecimiento de los mercados mundiales.

En aceites vegetales se situó en un promedio de 122,4 puntos en diciembre, lo que representa un descenso intermensual de 1,7 puntos (un 1,4 por ciento) tras el breve incremento de noviembre. El descenso del índice de precios obedeció a la caída de los precios mundiales de los aceites de palma, soja, colza y girasol, originada por la atonía de las adquisiciones de los principales importadores, pese a la disminución estacional de la producción en los principales países productores.

Por su parte, los precios mundiales del aceite de soja cayeron más de un 3 por ciento desde noviembre, a consecuencia de la desaceleración de la demanda del sector del biodiésel, así como de la mejora de las condiciones meteorológicas en algunas partes de las principales regiones productoras del Brasil. Los precios internacionales de los aceites de colza y girasol bajaron a causa de la débil demanda mundial de importaciones. En lo que respecta a 2023 en su conjunto, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO se situó en 126,3 puntos, lo cual supone un acusado descenso (de 61,5 puntos o un 32,7 por ciento) respecto de 2022 y el nivel más bajo de los últimos tres años, gracias al aumento de los suministros mundiales.

El índice de precios de los productos lácteos de la FAO registró un promedio de 116,1 puntos en diciembre, esto es, 1,9 puntos (un 1,6 por ciento) más que en noviembre, lo que representa su tercer aumento mensual consecutivo, situándose 22,2 puntos (un 16,1 por ciento) por debajo del valor registrado en el mismo mes del año anterior. El aumento del índice en diciembre obedeció a la subida de las cotizaciones de la mantequilla, la leche entera en polvo y el queso. En cuanto a la mantequilla y el queso, los precios internacionales subieron principalmente a causa de la fortaleza de las ventas internas en Europa occidental con motivo de las festividades y la continua escasez de la oferta en el mercado, pese al aumento estacional de la producción de leche en la región. Además, el aumento de la demanda de importaciones en el Cercano Oriente también sostuvo las cotizaciones del queso.

Por su parte, la fuerte demanda mundial de importaciones hizo subir los precios internacionales de la leche entera en polvo, mientras que los mercados de Europa permanecieron prácticamente inactivos debido a las festividades.  En cambio, los precios mundiales de la leche desnatada en polvo disminuyeron ligeramente debido a la escasa demanda. En lo que respecta a 2023 en su conjunto, el índice de precios de los productos lácteos de la FAO se situó en un promedio de 118,8 puntos, esto es, 23,6 puntos (un 16,6 por ciento) por debajo del promedio de 2022, como resultado de la débil demanda de importaciones, especialmente de suministros al contado, en un contexto de cuantiosas existencias en los países importadores, lo que se tradujo en un descenso de los precios de todos los productos lácteos.

El índice de precios de la carne registró un promedio de 110,4 puntos en diciembre, es decir, 1,1 puntos (un 1 por ciento) menos que en noviembre, y se situó 2,0 puntos (un 1,8 por ciento) por debajo de su valor de un año antes. En diciembre, los precios internacionales de la carne de porcino disminuyeron debido a la persistente debilidad de la demanda de importaciones en Asia, pese a una subida de las ventas internas estacionales en algunos países exportadores.

Por su parte, los precios de las carnes de bovino y aves de corral también disminuyeron, a consecuencia de un menor interés de los compradores en Asia sumado a la abundancia de suministros exportables en las grandes regiones productoras. Por el contrario, los precios de la carne de ovino repuntaron tras dos meses consecutivos de caídas, debido a la mayor demanda con motivo de las festividades y a una disminución de la oferta de ganado para el sacrificio en Oceanía, ya que las recientes lluvias aliviaron la presión para deshacerse de los animales listos para ello.

En lo que respecta a 2023 en su conjunto, el índice de precios de la carne de la FAO se situó en un promedio de 114,6 puntos, esto es, 4,2 puntos (un 3,5 por ciento) menos que en 2022, gracias al aumento de las disponibilidades exportables en las principales regiones exportadoras y a la atonía de la demanda de importaciones en los principales países importadores de carne, lo cual se tradujo en un descenso de los valores medios anuales de las carnes de bovino, aves de corral y ovino, que se vio contrarrestado en parte por un aumento de los precios medios de la carne de cerdo.

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