Si bien en divisas en dólares solo significaron un aumento del 1%, en este primer bimestre del año la exportación en toneladas y en litros de leche tuvo un incremento del 11% y del 17%, respectivamente. En detalle, en los meses de enero y febrero de 2024 hubo ventas al exterior por 70.036 toneladas y 492,6 millones en litros de leche equivalente.
El dato surge de un informe elaborado por la Secretaría de Agricultura, que además destacó que el aporte del sector fue de US$251 millones. Vale recordar que, como contrapartida, se produjo una fuerte retracción productiva en los tambos de más del 15% abajo en el mismo periodo y, en particular en febrero versus mismo mes de 2023 fue de un 17,8% menos. La merma podría ser mayor en el mes corriente.
El director Nacional de Lechería, Sebastián Alconada, valoró la política del Gobierno actual en mantener de la administración anterior las retenciones de 0% -la vigencia de la medida es hasta el 30 de junio próximo-, que sumado a la modificación del tipo de cambio permitió que las exportaciones empiecen a “ser negocio”.
“No se exportó más por una cuestión de estacionalidad donde hay menos oferta, eso dificultó un poco”, indicó a LA NACION.
El consultor lácteo José Quintana recordó que, pese a “una fenomenal caída de producción de febrero pasado, las exportaciones crecieron mucho en litros equivalentes”. “Estamos exportando el 30% de la leche producida y eso está muy bueno. Esto se pudo hacer primero justamente por la eliminación de las retenciones y tras la devaluación, un valor del dólar oficial que ahora es totalmente distinto. Y esto sirve y ayuda a la actividad también porque el mercado interno está muy recesivo. Con todos los problemas que hay en la economía, con una caída de demanda fenomenal, si no cayera la oferta los precios del mercado interno se desplomarían”, dijo.
En este contexto, señaló que, gracias a que la exportación creció, los precios internos se pueden sostener. “Si no se estuviera exportando todo lo que se exporta, probablemente los precios internos no podrían estar acompañando lo que está pasando y no se podría ajustar el precio de la leche y la caída de producción sería peor todavía. Así que bienvenido que se pueda exportar todo lo que se exporta”, agregó.
Con cautela, el presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), Pablo Villano, en cuanto a lo productivo fue positivo y dijo que ese faltante de leche actual va a tener su recuperación a partir de mayo cuando entren los verdeos, las reservas y los silos, pero señaló que, en un mercado interno con poco poder adquisitivo, se vende muy poco y “está entrando mercadería de afuera”.
“Hoy los productos importados están a un precio similar o un poquito más caro. Pero, por la inflación y nuestros costos, es muy probable que en un tiempo no muy corto, superemos los precios de afuera y eso va a ser un problema”, remarcó.
Contó que en el mercado internacional los precios de la exportación están a la baja, donde ya la cooperativa láctea Fonterra, una de las más grandes a nivel mundial, hizo dos cotizaciones con valores en descenso.
En este escenario, explicó que, sin poder resolver el tema de los costos internos, los exportadores ya están pidiendo una mejora en el tipo de cambio que ahora permanece planchado, es decir subirlo para ser más competitivo afuera.
“Por ahora viene bien la cosa, hay que ser competitivo para adaptarse al precio internacional, el precio internacional no se adapta a uno. Ahora tenemos el gran dilema de cómo trasladar los aumentos de los costos a los productos finales, entre ellos la leche que viene aumentando parejo y los sueldos. Con estos precios de la leche, la exportación y el mercado interno temblequean”, aseguró.
En este marco, el presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), Ércole Felippa, dijo que en este 2024 “va a haber menos exportaciones que el año pasado, porque hay una caída importantísima en la producción que, si bien a partir del segundo semestre va a cambiar la tendencia, esta no va a alcanzar para, de alguna manera, recuperar la merma”.
“Esa caída de producción se va a reflejar en menor volumen de exportación. Hoy esa ventaja inicial que dio el tipo de cambio ya no existe, porque el aumento de costos que hubo se tragó esa ventaja que te dio oportunamente, y si llegasen a implementar derechos de exportación (DEX) nuevamente, claramente por lo menos en la leche en polvo, que es aproximadamente un 50% de lo que la Argentina exporta, quedaría fuera de competencia”, advirtió.
“Esto que se dio en los primeros dos meses del año fue una situación puntual, que probablemente no termine reflejándose a lo largo del año. Esto dependerá mucho también de lo que se adopte en materia de DEX. Se debe recordar que se eliminaron los reintegros, que es el componente impositivo que tiene el bien a exportar. Fue precisamente al sector lácteo al único que se eliminaron reintegros, con lo cual hay que revisar ese esquema, que sea un sistema equitativo de reintegros, para que no nos terminemos convirtiéndonos en exportadores de impuestos”, añadió.
Según explicó, “el tema de los reintegros es una política, incluso prevista por la Organización Mundial del Comercio, que un gobierno puede devolverle a sus exportadores el componente impositivo que tenga el bien a exportar, donde los lácteos lo tenían, y cuando se prorrogó por seis meses el 0% de derechos de exportación también se eliminaron los reintegros”.
Este veranito exportador tiene un “fantasma” y es que a fines de junio próximo se acabará la suspensión de las retenciones. “Esperemos que a nadie se le ocurra volverlas a poner porque eso sí sería terrible para el sector. Porque las retenciones y sobre todo en los niveles de los que se estaba hablando [en el Gobierno] se llevan alrededor de seis centavos de dólar por litro y, una cosa así, que es una enormidad de plata, nos metería de vuelta en una crisis de la que por fin pareciera que estamos saliendo. Esperemos que eso no vuelva a pasar”, enfatizó Quintana. Vale recordar que la leche en polvo pagaba 9% de derechos de exportación y los quesos 4,5%.
En esa línea, el directivo de Apymel rescató la importancia del hecho de no tener retenciones aunque subrayó que esta pausa de seis meses deja mucha incertidumbre de que “en cualquier momento vuelven”. Expresó: “Destacamos la importancia de no tener retenciones en el sector”.
Para llevar tranquilidad respecto a las retenciones, Alconada aseguró que “no está en la agenda” de que vuelvan. “La ley ómnibus contemplaba la eliminación definitiva de las retenciones al sector. Así que no está en nuestro escenario. La idea es que todo continúe así y tratar de exportar lo más que podamos. Y enfocarnos en cómo vamos a hacer para producir más”, cerró.