Comprar una bolsa de leche es un gusto al que no todos los colombianos tienen acceso debido, en parte, al costo por bolsa de litro, el cual desde mediados de 2023 subió para mantenerse en un promedio de $ 3.500 y $ 6.000.
Sin embargo, este no es el único factor por el que el sector lechero del país encendió las alarmas por bajo consumo del producto. Aparentemente, una “moda” que cada día consigue más adeptos sería la causante de la crisis que está gestándose en Colombia.
Nelson Guerrero Lozano, presidente de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche, Asoleche, advirtió que el consumo de este producto ha caído significativamente, con una reducción de 9 % en 2022 y de 6 % en 2023, afectando seriamente al sector.
“Ya la industria acusa impactos serios como unos altísimos niveles de inventarios, más de 200 millones de litros de leche en bodega y el consecuente deterioro de los flujos de caja, que a su vez limita la capacidad de compra de mayores volúmenes, efecto negativo que afecta de manera grave al sector productor”, sostuvo Guerrero
Ana María Gómez, presidenta ejecutiva de Asoleche, afirma que el deterioro en el poder adquisitivo de los hogares ha repercutido en la compra del producto y aunque se han hecho esfuerzos para reactivar el consumo, a través de promociones y de mantener los precios del año pasado, no han dado resultados.
“De continuar la tendencia a la baja en el consumo de lácteos en Colombia, el impacto en la nutrición de la población y la sostenibilidad de todos los eslabones de la cadena pueden verse comprometidos seriamente”, dice el gremio.
Asimismo, Asoleche ha alertado que después de casi dos años consecutivos de caída, el gasto de los hogares en leche y sus derivados continúa sin mostrar una recuperación.
El 2024 inició con un gasto estancado para la categoría, mostrando una variación de apenas 1,3 % para marzo de este año. Asoleche
Bajo consumo pone en riesgo la nutrición de los colombianos
Nelson Guerrero afirmó que con base en estas alertas y datos es necesario hacer un examen juicioso de las causas por las que las personas no están consumiendo leche, debido a que está en juego una cadena productiva que aporta a la economía colombiana 790.000 empleos.
Señaló que es necesario implementar campañas de promoción al consumo de leche y sus derivados que resalten las bondades nutricionales de estos productos.
Red+ Noticias habló con dos expertos en nutrición para conocer si la leche es buena o perjudicial para la salud y sobre el incremento de las personas intolerantes a la lactosa.
La leche es “buena” o “mala” para la salud
Yadira Cortes, nutricionista y dietista, magíster en Nutrición y doctorado en Ciencias, explicó que no solo en Colombia, sino en el mundo entero, existe un mito que dice que las personas no necesitan consumir leche de vaca, porque además de no poderla digerir, es dañina para la salud.
Sin embargo, aseguró que lejos de esas creencias, la leche es beneficiosa para los humanos en cualquiera de sus etapas de vida, particularmente en la infancia y cuando atraviesan la tercera edad.
Cortes asegura que el consumo de leche aporta calcio, proteínas, minerales y nutrientes importantes para el desarrollo adecuado de los niños y adolescentes y es una fuente clave para prevenir enfermedades como la osteoporosis en los adultos.
Francisco Cañón, médico de la Universidad Nacional de Colombia, líder en tratamientos de salud digestiva con medicina natural, coincide con Cortes, al afirmar que actualmente hay una tendencia que busca desestigmatizar el consumo de leche, asegurando que produce cáncer de mama, colon irritable, entre otras enfermedades.
Añade que la leche es una de las fuentes de calcio más importantes para el desarrollo de los huesos, por lo que la recomendación es tomar por lo menos un vaso de leche diario o consumir uno de sus productos derivados al desayuno o a la media mañana.
La leche además aporta aminoácidos esenciales como la Leucina, importante para la cicatrización a nivel de piel, huesos y tejido muscular; la Lisina, útil para la producción de anticuerpos y la formación de colágeno; y la Isoleucina esencial para estabilizar y regular los niveles de glucosa y para la formación de hemoglobina.
Además, es importante porque contiene péptidos bioactivos que funcionan para la regulación y modulación del metabolismo. De igual modo, es antioxidante y tiene beneficios contra la tensión arterial alta y contra los niveles elevados de colesterol.
La “moda” que tiene en crisis al sector lechero
La tendencia que ha desestigmatizado el consumo de leche radica en que hay un aumento en las personas que dicen ser intolerantes a la lactosa. Tanto Cortes como Cañón afirman que se trata más de una moda que de un problema de salud que verdaderamente esté afectando a una buena parte de la población.
Un estudio del Instituto Nacional de diabetes, digestión y enfermedades renales de Estados Unidos (NIDDK, sigla en inglés), reveló que aunque la mayoría de los bebés digieren la lactosa, muchas personas comienzan a desarrollar malabsorción de este azúcar presente en la leche con el tiempo.
Los expertos calculan que aproximadamente 68 % de la población mundial tiene malabsorción de lactosa. Sin embargo, esto no significa que esta condición, usual causante de la intolerancia a este componente, haga que las personas que la padezcan lleguen a ser intolerantes al azúcar que hay en la leche.
Una persona con malabsorción de lactosa, no necesariamente es intolerante a ella. Entonces, ¿qué es la intolerancia a la lactosa?
Este diagnóstico suele estar ocasionado por la deficiencia en el cuerpo de la lactasa. En ese sentido, Yadira Cortes, explica que en efecto hay un número de personas que no produce la enzima que degrada la lactosa, “pero ese es un problema genético y es un porcentaje pequeño de la población mundial”.
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