Dice Marcos Snyder en su blog Dairylando.com
En el gráfico “Producción de leche en Argentina” observamos la evolución estacional de las variaciones interanuales de cada mes. La caída arrancó desde la primavera 2023 en adelante y terminando el 2024 nos encontramos que quedaron en el camino -600 tambos y -100.000 vacas presionando fuertemente sobre la producción.
En el arranque del 2024 el precio de la leche fue recuperándose significativamente y cambiando el poder de compra de los alimentos. En el año 2023 se podía comprar 1,6 kg de maíz/litro de leche y el promedio de compra en todo el 2024 fue 2,3 kg de maíz (un +44% superior) período que los productores, buscando recuperar el negocio, dieron muy bien de comer a sus vacas.
Pero a pesar de ello obtuvieron poca respuesta del rodeo lechero que se encontraba diezmado en número y muy afectado por la pésima alimentación del 2023.
Recién hacia fines del 2024 la producción individual de las vacas respondía al nivel de alimentación generando una variación interanual positiva a partir de noviembre 2024.
En el primer semestre de cada año se observa el menor volumen de recibo de leche por parte de la industria por un factor de estacionalidad marcada por las altas temperaturas del verano, los días en leche extendidos y los secados masivos de vacas preparando al rodeo lechero para el recambio que arranca con los nuevos partos 2025. Este es un período de recuperación del precio de la materia prima.
Para proyectar impacto de la faltante de leche producida sobre los precios de materia prima es importante monitorear el stock de lácteos.
Los factores que hacen al nivel de existencias son variados abarcando: nivel del consumo interno que debe recuperarse, precios del mercado internacional que están entonados con el mercado a futuros sosteniendo valores por arriba de los 4.100 US$/tonelada tanto para la leche en polvo entera como para la mozzarella para los próximos meses, el tipo de cambio que viene inferior a años anteriores pero en un marco inédito para la economía local, la presión tributaria que viene bajando con la eliminación de los derechos de exportación, y finalmente la percepción del empresario con respecto al escenario actual y futuro del mercado pues para algunos actores quedarse con stock representa un «clavo» y para otros, es simple especulación.
Lo que se observa en el gráfico “Existencias de lácteos” es que, hasta el mes de diciembre 2024, un nivel de existencias creciente ubicándose arriba del promedio de la serie (917 millones de equivalente litros de leche) pero ya en enero 2025 genera la inflexión estacional típica decreciendo.
La presión sobre los precios sucede cuando los volúmenes de existencias caen debajo de este promedio. Veremos la evolución a partir de febrero 2025 cuando ya el recibo decreciente de leche comienza a hacerse notar, el consumo a mejorar y el mercado externo entonado.
