Se llevó a cabo una jornada de campo en la Colonia Tomás Berreta, Río Negro, en el predio de Néstor y Fernando Geymonat, colonos lecheros arrendatarios, remitentes a Conaprole y participantes del Proyecto Regional de Lechería del Litoral.

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Su establecimiento fue el objeto de análisis de la jornada, y las conclusiones acerca de la gestión y resultados de esta explotación familiar fueron muy positivos.

De acuerdo a lo informado por Gabriel Oleggini, gerente de Producción Lechera y Relaciones Cooperativas de Conaprole, esta jornada se enmarcó en la ejecución del proyecto «Producción Competitiva, en la que participaron unos 240 productores. La mitad de ellos, de Rio Negro, Soriano y Colonia, y la otra, provenientes de Canelones o Treinta y Tres, por ejemplo».

La jornada trató como tema eje aportar elementos y dar a conocer experiencias «que contribuyan a mejorar la eficiencia en los distintos procesos del tambo, entre ellos la alimentación del rodeo; la producción y cosecha de pasto; la calidad de las reservas; la eficiencia reproductiva; la calidad de la leche. Es decir, afinar todos los puntos que podamos para ser lo más eficientes posible. También trabajamos sobre infraestructura; caminería y efluentes».

En esta instancia de capacitación se presentó el estudio del caso de los hermanos Geymonat. Estos colonos explotan dos fracciones, con un total de 115 hectáreas. Ordeñan 63 vacas y tienen el objetivo de alcanzar los 90 ejemplares en ordeñe.

Su producción promedio es de 26,5 litros de leche por vaca por día, con picos según la estación que llegan a los 31 litros por vaca por día y 650 kilos de sólidos por hectárea. La meta es lograr una producción promedio de 10.000 litros de leche por hectárea por año.

Facilita el trabajo

Reciben asistencia técnica, participan del Programa de Producción Competitiva de Conaprole; llevan un adecuado plan de manejo y rotaciones de pasturas y han realizado importantes inversiones en infraestructura y equipamiento. En este momento cuentan con una sala de ordeñe de 12 órganos, un tanque de frío con capacidad para 6.000 litros de leche y una playa de alimentación para racionar a los animales fuera del tambo.

Según destacó Oleggini, «estas instalaciones les facilitan mucho el manejo, el proceso de ordeñe les lleva alrededor de una hora, lo que tiene dos repercusiones. La primera, les libera tiempo para poder realizar otras tareas, y la segunda, también le deja más tiempo libre a la vaca para comer más pasto y producir más leche. Tal vez lo que más llamó la atención, considerando los resultados, fue la inversión realizada en infraestructura».

En este sentido, el jerarca de Conaprole concluyó que «combinar una producción individual de 26,5 litros diarios con 4% de grasa y casi 3,6 de proteína, muestra todo un trabajo en genética que da resultado».

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