La política del gobierno le pega por diferentes frentes a la producción de leche, que viene castigada por una suba significativa de sus costos de la mano de los incrementos en los precios de los granos y otros insumos dolarizados.

Por un lado, la Secretaría de Comercio interior fijó precios máximos y cuidados y solo autoriza aumentos para los lácteos que están bien por debajo de la inflación, que supera el 40%. Esto reduce el ingreso de dinero a la cadena láctea e impide compensar con un mejor precio de la leche cruda el alza de costos que soportan los tamberos.

Pero todo puede ser peor…

El cierre de exportaciones de carne vacuna también afectará a los tambos, ya que ese tipo de establecimientos tienen un ingreso adicional con la venta de los terneros, que recrían y engordan previo a la faena. Con la carne de los machos de la raza Holando incluso se abastece la Cuota Hilton, los cortes más caros que se envían para Europa.

Pero los tambos también -y sobre todo- obtienen un ingreso por la venta de carne de la venta de las vacas que dejaron de ser productivas.

Cada año se descartan entre 20 y 30% de las vacas de los establecimientos lecheros, y van a la faena para atender especialmente a la nueva demanda desde China, por lo que este tipo de animales se habían valorizado notablemente en los últimos años.

De hecho, según los precios que publica el Mercado de Liniers, el promedio de esa categoría en lo que va de mayo aumentó 100% en una comparación interanual. Hasta esta semana, porque luego de conocida la decisión del gobierno de cerrar las exportaciones de carne su precio cayó al menos 15%.

Ese ingreso adicional de los tambos era el que les permitía compensar las pérdidas por la producción de leche. Pero ese dinero se reducirá notablemente en tanto el gobierno siga sin permitir las exportaciones de carne. las vacas viejas del tambo no suelen tener otro destino.

En los cálculos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) sobre los costos de los tambos se determina el recupero por la venta de carne. “Esto representa el 15% adicional del ingreso que se obtiene por la leche. Es decir que si un tambo vende leche por 100 pesos cobra 15 más por la venta de vaca. Ese valor ahora se va a reducir y la vaca va a volver a valer poco como cuando China no traccionaba”, explicó Jorge Giraudo, director ejecutivo del OCLA.

Luego agregó que esto viene a complicar una cuenta que ya daban mal para los tamberos. En abril “el precio del litro de leche fue levemente superior a los 28 pesos y para cubrir el costo, cuando se le carga la retribución al capital invertido, se necesitan 32/33 pesos. Con la baja que va a tener la vaca van a necesitar un precio de por lo menos 35 pesos”, evaluó el experto.

Los productores de leche dicen que ante todo son ganaderos y que la medida decidida por el presidente Fernández no hace más que incrementar sus pérdidas económicas.

El productor Gustavo Augel que tiene un tambo chico de 140 vacas y 2.500 litros diarios, disparó: “Esta medida nos pega en el medio del pecho por la pérdida de valor de la vaca de descarte”.

Augel explicó que el tambero usa el ingreso que logra por la vaca de descarte para financiar gastos propios de la actividad. “Lo que me entró por la última venta lo usé para hacer pasturas, porque no hay créditos para financiar la actividad”, explicó.

Luego señaló que “desde el Estado no recibimos otra cosa que palazos, nos achican constantemente el bolsillo. Hace años que vengo descartando vacas porque el litro de leche no rinde y por eso me tuvo que achicar. El año pasado tenía 200 vacas y en este me quedan 160, porque no puedo salir a comprar terneras y solo me queda esperar que las que nacen lleguen a los 3 años para entrar en producción. Los que producimos menos de 3.000 litros por día estamos subsistiendo”, expresó Augel.

Por su parte, Andrea Passerini, productora y referente por el tema lechería en CARBAP y CRA, ratificó que “la vaca que el tambo descarta va a la faena para vender a China. Ya se cayó en los últimos días de 100 a 80 pesos (por kilo vivo). Esta medida nos perjudica muchísimo, pero además no tiene sentido porque la carne que se obtiene de la faena de esas vacas no se consume en el mercado interno”.

La productora de Carlos Casares agregó que los lecheros “venimos desde hace casi un año en quebranto por la suba de los costos de la alimentación y por incrementos en costos fijos como los combustibles. Estamos al menos 5 pesos abajo del costo de producción, porque cobramos 28 pesos en abril y el costo fue de 33 pesos. Con el cierre de exportaciones esa diferencia será mayor en mayo por la pérdida de valor de la vaca de descarte”.

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