Un conflicto gremial entre la cooperativa láctea Sancor y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) paralizó la producción de quesos –el productor de mayor valor agregado de la empresa– en las plantas ubicadas en Balnearia y La Carlota.

La medida también afecta a la planta ubicada en San Guillermo (Santa Fe), donde también se elabora el producto lácteo.

El estado de asamblea permanente, de cuatro horas por turno según sostienen desde la cooperativa, ha complicado de sobremanera la recepción de leche en los tres establecimientos, además de afectar el proceso de elaboración.

En la provincia de Córdoba, Sancor concentrará su producción en la planta de Devoto, donde elaborará crema y manteca.

En Balnearia tiene toda su producción de quesos semiduros (pategras, dambo, fontina, y sardo) Mientras que en la planta de La Carlota se focalizará en los quesos duros.

Las razones del conflicto en Sancor

Si bien desde Sancor admiten tener algún atraso en la actualización salarial y en el pago de cargas sociales, la postura del gremio tendría como principal fundamento lograr la conformación de un fideicomiso que administraría, en principio, cuatro plantas de la cooperativa (La Carlota, San Guillermo, Balnearia y Gobernador Galvez), pero que dejaría afuera a otras dos: Sunchales y Devoto.

Sucede que para la conformación del fideicomiso, además de un aporte de U$S 60 millones que aún no está claro quién pondría los fondos, el requisito es que la Afip, principal acreedora de la empresa láctea, deje sin efecto las inhibiciones que pesan sobre los establecimientos.

En el caso de las plantas de Sunchales y de Devoto, por ser otros los acreedores que tienen a ambos bienes como garantía no ingresarían en la figura del contrato de administración.

Desde la empresa sostienen que hay una presión desde Atilra para que el consejo de administración de la cooperativa solicite a la Afip dejar sin efecto las inhibiciones para poder avanzar con el fideicomiso, donde el gremio tendría un lugar en su directorio.

Si bien en su momento la empresa autorizó por asamblea avanzar con la constitución del fideicomiso, ya que había un grupo empresario interesado, la posibilidad quedó descartada.

Autoridades técnicas, como la Comisión Nacional de Valores, no aprobaron el proyecto, marcando deficiencias al parecer, insalvables.

“Entre otros aspectos relevantes, desde Sancor hemos planteado la imposibilidad que tuvo el fideicomiso para darle certeza y sustentabilidad a los casi 900 trabajadores que quedarían fuera de los planes del nuevo negocio y deberían continuar en la órbita de la Cooperativa, ya sin actividad industrial (porque todo pasaría al fideicomiso) y sin asegurarles lo que hoy están cobrando, aunque entendemos que no es lo que corresponde”, en relación con el retraso salarial, advirtió la empresa en un comunicado.

Sancor: 900 empleos en riesgo

El riesgo laboral es para los trabajadores de las plantas de Sunchales y en Devoto. Es que la figura del fideicomiso prevé absorber solo alrededor de 650 trabajadores de cuatro plantas industriales, de los 1.550 empleados con los que hoy cuenta la cooperativa que recibe por día alrededor de 650 mil litros de leche diarios.

Además, a todos los trabajadores que optaron por el retiro voluntario (la empresa llegó a tener 5.100 empleados), y que de buena fe han acordado su salida “no se los tuvo en cuenta en el Flujo de Caja que fue presentado a los organismos de contralor, con lo cual quedaban sin ningún tipo de cobertura”, advierte la empresa.

El plazo para la constitución de fideicomiso vence el próximo 15 de noviembre, por eso –según afirman desde la empresa– la presión de Atilra por destrabar la situación.

“La única forma de avanzar en el proceso, es darle certeza a los trabajadores que no van a pasar al Fideicomiso y a las personas que tienen retiro anticipado vigente, entre otros aspectos que deben ser de cumplimiento legal obligatorio.

En estos momentos, desde la empresa aseguran que está ampliando los canales de diálogo específicos con el personal, para que cada uno pueda informarse adecuadamente y con claridad para evacuar las dudas que se le presentan antes de tomar decisiones.

Por lo pronto, ante el conflicto gremial, la empresa ha tenido que derivar parte de la recepción de leche a otras usinas, para evitar tener que tirarlas, como ocurrió días atrás en la planta de San Guillermo donde se desperdiciaron 100 mil litros de leche debido a la imposibilidad de procesarla.

Sin posibilidades de producir de manera adecuada, desde la empresa ven en riesgo su funcionamiento. “Como lo hemos manifestado en numerosas oportunidades, la Cooperativa priorizó y prioriza el mantenimiento de la operatoria y de su personal. Así fue que, entre otros logros, se pudo sostener el pago mensual de las remuneraciones a los empleados y retirados con acuerdo voluntario, sin perjuicio de la extensión de los plazos en los pagos. Es imposible sostener la operatoria sin la elaboración y venta de productos, porque ellos son el único flujo financiero de la cooperativa”, advierte.