La producción láctea promedio de este 2024 es la más baja de los últimos cinco años. Los índices evidencian una fuerte caída en el consumo de lácteos y una tendencia a optar por productos más económicos, según un informe del Instituto de Desarrollo Agroindustrial Argentino, que preside el exministro de Agricultura, Julián Domínguez.
El documento, realizado por Domínguez con el exsubsecretario de Ganadería José María Romero, también directivo de esa entidad, reflejó que el sector lácteo vacuno es “una cadena muy importante por su entramado productivo e industrial y por la cantidad de empleos que genera y con una amplísima distribución territorial y gran capacidad de arraigo rural”.
“El sector productivo primario está compuesto por unos 10.200 [establecimientos productores] que generan unos 45.000 empleos directos. Existen unas 680 industrias procesadoras de leche con unos 35.000 empleos directos, lo que totaliza unos 80.000 empleos directos y más de 100.000 empleos indirectos. Estos más de 180.000 puestos de trabajo la posicionan como la sexta cadena en volumen de empleos generados”, indicó.
Eslabón primario
“Este renglón de la cadena es muy federal en su distribución. Aunque existen núcleos o cuencas productivas muy notorias por la cantidad de productores, el volumen producido y el entramado con el eslabón industrial, su distribución se extiende prácticamente por todo el territorio nacional. Unos 10.200 tambos albergan a aproximadamente 1,6 millones de vacas en el sistema productivo”, dijo el estudio.
“En 1990 produjimos unos 6000 millones de litros; en el 2000, casi 10.000 millones de litros para alcanzar en 2015 un volumen histórico con algo más de 12.000 millones de litros. Luego, se produce una caída que termina en 2019 con 10.300 millones de litros y una posterior recuperación que cierra el año 2023 con 11.300 millones de litros”, agregó.
A pesar de la enorme sequía, el documento señaló que en marzo del 2023 se produjeron 822 millones de litros contra los 704 millones de litros del 2024: “Lo que significa una caída de la producción interanual del 15% en la producción. La producción promedio de este año es la más baja de los últimos años. La producción del primer trimestre de este año fue de 2224 millones de litros contra los 2582 millones de litros del año 2023, lo que representa una caída del 14%”.
Eslabón industrial
El documento destacó que este sector está constituido por “unas 680 empresas, de las cuales el 46% procesa menos de 5000 litros por día; el 45%, entre 5001 y 250.000 litros día y; solo el 3% procesa más de 250.000 litros por día: como puede verse la industria es muy heterogénea, donde predominan la minipymes y las pymes con un pequeño conglomerado de grandes empresas”.
“De estas, el 44% está localizado en la provincia de Buenos Aires, el 27% en Córdoba, el 15% en Santa Fe, el 10% en Entre Ríos, el 3% en La Pampa y el resto en otras provincias. En el acumulado del primer trimestre, las exportaciones aumentaron un 6,4% respecto de igual periodo del año anterior totalizando casi 100 toneladas en productos y un 6,3% en litros equivalentes, a pesar que el mes de marzo tuvo un retroceso”, subrayó el estudio.
Según el reporte, las exportaciones del primer trimestre de 2024 del sector crecieron 6,4% en toneladas y 6,2% en litros equivalentes respecto de 2023, pese a una caída del 14% en la producción. Apuntó que el volumen exportado representó el 30,1% de lo producido cuando en igual período de 2023, con un 14% más de producción, significó el 24,4%.
Consumo interno
Según el Instituto de Desarrollo Agroindustrial Argentino, el país es uno de los que tienen mayor consumo de leche del mundo con un consumo per cápita que fue variando a lo largo de la historia: “Así, en 1990 consumíamos 162 litros por habitante por año, en 2000 alcanzamos un pico de 227 litros, después de la crisis caímos a 179 litros en 2003 y nos fuimos recuperando para cerrar el año 2015 con 217 litros. Al terminar el macrismo, habíamos caído nuevamente con 182 litros/hab/año y se pudo cerrar el 2023 con un alza que alcanzó los 194 litros”.
“Para dimensionar el muy buen consumo de leche y derivados se puede decir que si en 2023 los argentinos consumieron 194 litros, la Unión Europea fue la de mayor consumo en el mundo con 280 litros (se destacan Suecia y Holanda con 355 y 330 litros), le sigue Estados Unidos con 278 litros, Nueva Zelanda con 250, Uruguay con 230 litros, Costa Rica con 200 litros y luego la Argentina. Las ventas de lácteos muestran una caída en el primer trimestre del año del 18,7% en toneladas de producto comparado con igual periodo del 2023 y del 15,3% en litros equivalentes”, indicaron.
Análisis
En esta línea, el trabajo mostró cómo fue el comportamiento de los diferentes productos lácteos: “Las leches fluidas representan el 21% del consumo y las leches en polvo el 8%. Así que estas constituyen el 29% del consumo total de lácteos de los argentinos. La leche fluida no refrigerada cayó un 20,6% para el trimestre y un 21% en el interanual de marzo. En tanto, la leche fluida refrigerada bajó un 14,3% para el trimestre y un 20,2% en el interanual de marzo. Por su parte, la leche en polvo entera y semidescremada descendió un 37,8% para el trimestre y un 38,5% en el interanual de marzo y la leche en polvo descremada un 5,1%”.
“Esto muestra que si bien todas cayeron, la larga vida tuvo una disminución del consumo más importante y la leche en polvo entera y semidescremada literalmente se desplomó su consumo. La gente consumió menos y de la más económica y en marzo se profundizó la baja del consumo, aun de las más baratas. En la otra punta, la leche en polvo descremada, destinada a un segmento de mayor poder adquisitivo, sufrió la menor caída”, destacó.
“Los quesos representan el 60% del consumo de lácteos. Somos grandes masticadores de leche. En este rubro, la caída del consumo entre el primer trimestre del año y el mismo periodo del 2023 fue del 10,4% en toneladas y de 8,8% en litros equivalentes. Esta diferencia se explica porque la caída del consumo de los quesos de pasta blanda (el más económico y de mayor consumo) fue del 5,4%, mientras en los de pasta dura y semidura este valor alcanzó el 9,1% y 11,1% respectivamente”, añadió.
Por otra parte, en marzo, “la caída del consumo se profundizó también en quesos dentro del trimestre alcanzando la caída al 17,3% en el interanual del mes. Esta mayor caída del consumo está especialmente empujado por los quesos de pasta blanda que en el promedio trimestral caen un 5,4%, pero en el interanual de marzo alcanzó al 13,2% y los de pasta semidura que si bien en el trimestre acumuló un 11, 1% y; la caída interanual de marzo es del 23%”.
Por último, el estudio señaló que en “postres y flanes, el consumo cayó un 49,8% en el primer trimestre y un 52,3% en el interanual de marzo, en tanto en yogures y otras leches fermentadas cayó un 23,3% en el primer trimestre y un 19,7% en el interanual de marzo”.
“También el consumo de la manteca cayó un 13,4% en el primer trimestre y un 23% en el interanual de marzo. También el dulce de leche y la crema cayeron un 9% en el primer trimestre y un 10,8% en el interanual del tercer mes del año”, finalizó.
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