Los meses más complicados en materia de ingresos brutos para los tamberos fue el trimestre abril-junio, cuando se perdieron US$ 43 millones versus igual período del año pasado. Para ello confluyó una combinación de un menor precio por litro de leche remitido a planta y también la fuerte caída de la remisión (superior al dígito) producto del impacto negativo que provocó el exceso de lluvias durante el otoño.

En el período enero-setiembre, los ingresos brutos por remisión a planta sumaron US$ 569 millones. Si bien ese monto fue inferior en US$ 61 millones versus los US$ 630 millones de igual lapso de 2023 y también a los US$ 625 millones de 2022, se trata del tercer mejor registro en nueve años. Estos cálculos incluyen la producción del megatambo Estancias del Lago, que tiene su propia industria. Ese emprendimiento representa actualmente entre el 10%-12% de la producción de leche del país, por lo que la caja efectiva que llegó a los bolsillos de los tamberos fue inferior.