Completamente congelada se encuentra la economía del departamento del Guaviare debido al paro armado propiciado por grupos al margen de ley.
Nadie se mueve ni de día, ni en la noche, y la población, que depende en su gran mayoría del sector agropecuario, se encuentra notablemente afectada.
“Llevamos un año con serias complicaciones, pero es en los últimos 3 meses en los que se intensificaron los paros y se volvieron continuos”, sostuvo una fuente de información que solicitó no mencionar su identidad.
El impacto se siente en todos los niveles: sociales, económicos y de salud. “Si algún enfermo necesita acudir a urgencias, no lo puede hacer”, reiteró. El control sobre las vías es absoluto, y las restricciones impiden sacar productos, recibir insumos o acceder a servicios básicos.
La gente depende del sector agropecuario y viven de este renglón productivo. “El productor de leche que ordeña y hace cuajada, pierde el producto porque no hay quien la compre y, al cuarto día, se ha dañado”, explicó otra fuente.
A esto se suma la imposibilidad de acceder a concentrados o incluso alimentar animales de corral. “A las gallinas ponedoras no les pueden llevar el concentrado”, agregó.
“La guerrilla realizaba anteriormente el paro y su cobertura era únicamente para las veredas, pero ahora se extendió a todo el departamento”, denunció otra voz.
La presión no se limita a la producción, sino que incluye cobros ilegales sistemáticos. “A los ganaderos les cobran $10.000 por cada cabeza de ganado, y a los negocios, lo que se les antoja”, sostiene.
“La gente está abandonando la región. Es una situación insostenible”, resaltó una fuente que, al igual que las anteriores, pidió anonimato por temor a represalias.
La presencia de los grupos ilegales es tan fuerte que incluso “la guerrilla sale a 3 km y se parquea en la carretera y, el ejército, dice que no pueden hacer nada para que eso no suceda”.
Disidencias convocaron paro
La guerrilla publicó un comunicado en el que decreta paro armado desde el 16 hasta el 21 de junio a las 00:00 horas y, luego de este, anuncia un toque de queda general.
Prohíbe la movilización general entre las 18:00 y las 6:00 horas y restringe la circulación de vehículos.
Recomienda que si la fuerza pública o los grupos paramilitares acampan a menos de 200 metros de su vivienda, abandonar la vivienda. También afirma no permanecer cerca a guarniciones militares, policiales o grupos paramilitares.
“Estamos en manos de Dios”, afirmó otra fuente de información que igualmente solicitó no revelar su identidad.
