La cadena del cerdo y la láctea fueron dos de los actores del agro que en las últimas horas pusieron el grito en el cielo con el anuncio del Gobierno de facilitar la importación de alimentos con el fin de acelerar la baja de precios.
Los dos sectores, además, compartieron durante el último año y medio el padecimiento por la implementación del dólar soja, impulsado por la gestión anterior y que empujó más los precios de los alimentos tanto de cerdos como de vacas.
Sobre esto último, también trascendió en las últimas horas que el equipo de Luis Caputo podría poner en marcha un esquema similar, con un tipo de cambio más atractivo para garantizar las exportaciones de grano a medida que se intensifique la cosecha gruesa.
“Con la baja del dólar y la inflación el tipo de cambio que teníamos tras la devaluación quedó lejos en términos reales y no sería raro que haya cierta especulación con una corrección. Es decir, que se ralentice la liquidación”, indicó una fuente que sigue de cerca el tema.
Por lo cual eso podría ser un efecto pinza para las dos cadenas en cuestión: por un lado que se abran las importaciones permitiría que productos que se elaboran en Argentina se puedan llegar a vender más baratos, y por otro lado, quitarles aún más competitividad por el ajuste en el tipo de cambio que impactaría en el alimento.
El consultor y experto en la cadena porcina, Juan Luis Uccelli, advirtió: “No se enteraron que en lo que va del año bajó un 25% el precio, cuando todo subió. Por favor avísenle al presidente Javier Milei y a Luis Caputo que van a fundir a los pocos productores que quedan”.
Y agregó: “Me parece medio ridículo que hayan incluido la carne de cerdo. El sector está muy complicado, especialmente los productores, hoy muchos están por debajo de la línea de flotación”.
Finalmente, Uccelli aportó un dato sobre la evolución mayorista del precio de la carne de cerdo y remarcó que actualmente es la carne más barata del mercado (frente a la vacuna y la de pollo). “Hoy la carne más barata mayorista es la de cerdo. Subió la media res vacuna y el pollo eviscerado y bajó la media res porcina. Ahora, lo que se va a importar es carne de cerdo. Alguien está haciendo un muy buen negocio y no es el sector productor ni el industrial”, sugirió.
Por su parte, la referente de lechería de CRA y productora tambera de Carlos Casares, Andrea Passerini, remarcó que “quiero recordarle a Luis Caputo, a Manuel Adorni y a Javier Milei que comemos impuestos, y que -por ejemplo- en promedio, un lácteo al consumidor acumula entre 42% y 45% de carga tributaria (sumando las municipales, provinciales y nacionales). Importen lo q quieran y ¡bajen los impuestos!”, reclamó.
Por su parte, la analista de mercados agrícolas, Paulina Lescano, señaló que es “increíble la falta de conocimiento del agro por parte de muchos argentinos. Decir que es bueno que empiece a entrar cerdo, pollo, leche, manteca y más de los vecinos, es desconocer por completo que ya muchas empresas se perdieron en el camino y muchas más seguirán así.
No es ni libre competencia (porque cambian las reglas de juego en un día), ni competencia leal, ni igualdad de condiciones. No tienen ni dimensión de la cantidad de trabajo que genera cada pyme, industria; ni tampoco que para que vuelvan a producir en algunos casos se necesitan hasta 3 años”, destacó Lescano.
Vale recordar que, según la nómina oficial, los alimentos a importar que no pagarán IVA adicional son carnes bovinas, porcinas, aviar, y derivados; pescados y derivados; lácteos y derivados; huevos, hortalizas, legumbres, frutas, verduras, frutos secos y demás alimentos primarios, especias, cereales y sus derivados, oleaginosas y sus derivados, grasas y aceites, preparaciones alimenticias (pastas, salsas, panificados, confituras, enlatados), insumos alimenticios (extractos, concentrados, cacao), cervezas y bebidas sin alcohol.
