El movimiento de Arcor informando a la CNV la intensión de hacer uso de la opción de compra del 51% de las acciones de Mastellone tomó por sorpresa a los accionistas de la láctea que controla la Serenísima.
Si bien era esperable que sucediese este movimiento durante este año, ya que se vencía esa opción al finalizar el 2025, no estaban avisados de que sucediese de esta forma.
Hasta altas horas de la noche los accionistas de Mastellone, parte de la familia y el grupo Dallpont, del cual es el Titular el presidente de la empresa, Carlos Agote, estuvieron reunidos hasta altas horas de la noche analizando la propuesta, para terminar por decidir impugnarla por no estar de acuerdo con el precio ofrecido por acción.
Hasta el momento no se ha conocido cuál es el valor que Arcor le ha puesto a la compañía, pero se desprende que es bastante menor que el que esperaban sus actuales propietarios.
El ingreso de Arcor a La Serenísima data del 2015, cuando el grupo cordobés compró el primer paquete de acciones de un 25% en conjunto con Bagley, con quien comparten propiedad junto a Danone. En 2017 alcanzó el 40%, en 2019 el 43% y para 2020 ya poseía el 49% de las acciones.
Cómo sigue la disputa
A partir de ahora se abre un plazo de 30 días que tienen los vendedores para aceptar o rechazar la oferta, a vistas del comunicado enviado por los accionistas de la láctea a la CNV la segunda opción es la que se impondrá, por lo menos en la mayoría de los accionistas.
Si no hay acuerdo por el precio de las acciones luego de esa impugnación, cuando finalice el año desde Mastellone pueden optar por vender la empresa a otros inversores.
La convivencia de ambos grupos dentro de la empresa seguramente será tensa en los próximos días, ya que hubo especial énfasis en que se sepa que el managment todavía continúa en manos de los actuales accionistas y no se prevén cambios bruscos por el momento.
Los vaivenes en la economía argentina y las fluctuaciones en el mercado lácteo que se cargaron varias lácteas importantes (Gándara, La Vascongada, Parmalat, Magnasco, Armonía, Granja Iris, y las cooperativas Cotar, Cotagú, Cotapa, SanCor), hicieron temblar a La Serenísima, pero no lo lograron con ella.
Ahora Arcor, ¿junto con la francesa Danone?, quieren ser las responsables de llevar las riendas de semejante barco. A ninguna de las dos empresas le faltan pergaminos para ser optimistas en el desarrollo del futuro.
Los productores, aliados eternos de La Serenísima, los empleados, más de 3000, los proveedores, TetraPack, GEA, Alpha Laval y, principalmente, los consumidores van a estar expectantes de la evolución del mando de La Serenísima si se da que no quede ningún Mastellone en el timón de la empresa.
Damián Morais
