La mayor apreciación porcentual fue para la categoría de leche entera en polvo, que experimentó una apreciación del 3,2% en el precio promedio, cotizándose a un promedio de US$ 3.826/tonelada, renovando el valor máximo de los últimos años. Por su parte, la mayor caída la tuvo la categoría mozzarella, con una caída del 6,6%, cerrando con un precio promedio de 4.315 US$/t.

En la segunda subasta de noviembre el volumen negociado cayó, contribuyendo a mayores avances en los precios internacionales. Con un total de 36.244 toneladas comercializadas, se produjo una retracción del 1,0% con relación al volumen comercializado en el evento anterior.

Además del menor volumen ofrecido en la subasta, que apoyó el aumento de precios, la mayor demanda en este momento también contribuyó a la apreciación de algunas categorías, como la observada para la leche en polvo. En esta última subasta observamos una vez más un mayor volumen de compras de la región del norte de Asia (que incluye a China), especialmente de leche entera en polvo.

En el mercado de futuros de leche entera en polvo en la Bolsa de Nueva Zelanda, los contratos actuales también apuntan a un aumento de los precios en comparación con los valores registrados anteriormente para los contratos que vencen en los mismos períodos.

¿Y cómo afectan los resultados de la subasta GDT al mercado brasileño?

Cabe señalar que Brasil importa productos lácteos principalmente de Argentina y Uruguay, países que históricamente cobran precios por encima del Comercio Lácteo Mundial (GDT), en gran medida debido al Arancel Externo Común (TEC) del Mercosur, que impone aranceles de casi el 30% a las importaciones desde fuera del bloque.

De esta manera, los mayores precios en el mercado internacional han reducido la diferencia de competitividad entre los productos del Mercosur y los de otros grandes exportadores globales. Esto hace que los productos lácteos de Argentina y Uruguay sean más atractivos para los países importadores.

Con este escenario, Brasil deberá enfrentar una competencia más dura con otros países a la hora de importar productos lácteos del Mercosur. Además, la reciente devaluación del real frente al dólar ha mantenido el tipo de cambio en niveles elevados, reduciendo el poder adquisitivo de los importadores brasileños.

En la situación actual, Brasil tiende a mantener las importaciones de lácteos en niveles elevados. Sin embargo, esta dinámica indica una probable reducción del volumen importado en los próximos meses.

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