Sobre el final de la semana anterior trascendieron algunas informaciones sobre alguna negociación sobre el queso blanco untable de SanCor. Esta es una más de las tantas oportunidades en las que se intentó generar alguna operación respecto al producto Mendicrim.

Sucedió el año anterior, en ocasión del traspaso de plantas y negocios de la Cooperativa láctea y ahora se reflota, cuando se están definiendo los destinos laborales de 21 trabajadores que estaban desempeñándose en la planta bonaerense de Arenaza, ahora propiedad absoluta de Alimentos Refrigerados SA y ya sin comodato alguno para el uso de un espacio que contenía a esa línea productiva que pertenece a la cooperativa.

La maquinaria ya no está en Buenos Aires y se concluyeron las pruebas iniciales para poder sacar de la planta de Devoto, en la provincia de Córdoba, al queso blanco.
Siempre quiso ARSA operar para quedarse con el producto, aunque nunca se avanzó de manera contundente en esta negociación, siendo esta también la situación actual.

Fue en agosto cuando SanCor finalizó la producción y comunicó los despidos de 21 empleados que no habían querido aceptar las condiciones de retiro voluntario. En este marco hubo marchas de reclamo por el cese laboral y reuniones en el Ministerio de Trabajo bonaerense, que tendrían el próximo viernes una última instancia.

Si bien los trabajadores siguen percibiendo sus salarios, el levantamiento de la línea productiva de la planta permite que se aplique el convenio colectivo de trabajo y de esta manera se termine el vínculo laboral. Todo esto se daría por cerrado el próximo viernes cuando se encuentren las partes nuevamente.

Lo que llamó la atención en las últimas horas fue la versión que el abogado representante de Atilra seccional Junín, Dr. Juan Carlos Iúdica, mencionando la posibilidad de compra del producto por parte de ARSA y así sostener la fuerza laboral.

Es para considerar que desde la Cooperativa niegan tal negociación y remarcan que Mendicrim sigue siendo marca y producto de SanCor, que está elaborándose en sachet de tres kilos en Devoto y tiene pendiente la puesta en marcha del envasado en potes de medio kilo.

Se entiende también que con una situación debilitada frente al mercado de ARSA, que tiene potestad sobre los frescos (yogures, postres y flanes), utilizando la marca SanCor, no estaría en condiciones de hacer nuevas inversiones y mucho menos de incorporar más mano de obra.

Otro de los detalles no menores en este contexto es el de la falta de sostenimiento de esta versión por parte de la secretaría nacional de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, ya que Junín responde a la misma línea de la seccional General Rodríguez del gremio, identificada como la oposición.

La ilusión de los 21 trabajadores está en medio de este tironeo que no logra confirmaciones del resto de las partes.

En medio de una crisis económica como la actual y en el marco del achicamiento de SanCor que sigue en marcha y se iniciara hace casi dos años, incluso recortando a la mitad la cantidad de integrantes del Consejo de Administración, hecho que se concluirá a fines de noviembre, no son muy alentadoras las perspectivas teñidas por versiones confusas y a las que se prestan muchos medios, que con el paso del tiempo jamás las aclararán.