“Frustrado” porque no ve que la situación vaya a mejorar y atendiendo a que el precio de la leche está “estancado”, tomó la decisión de abandonar la lechería, contó a Búsqueda ese tambero.

Señaló que el productor de leche tiene “demasiados gastos para el poco ingreso” que recibe.

Bidegain explota un predio de 173 hectáreas y está registrado como productor familiar en el Ministerio de Ganadería, lo que supone el acceso a una serie de políticas diferenciales como la bonificación del 50% en el pago de aportes patronales en el Banco de Previsión Social, exoneración de la contribución inmobiliaria rural por las primeras 50 hectáreas, entre otras.

Con 72 años de edad ese tambero resolvió vender unas 40 vacas que le quedaban, jubilarse y en lugar de producir leche pasará a engordar algunos vacunos, considerando que la ganadería es una actividad “más estable”, argumentó.

El Vasco Bidegain, como se lo conoce en el campo maragato, tiene cinco hijos, pero ninguno quiso seguir en la lechería. “Ellos están dedicados a la informática y a la gastronomía, y me dicen que lo que yo gano en un año con la lechería ellos lo ganan en un mes”, comentó.

Se lamentó que hay tamberos que no tienen alternativa, abandonan el campo y “se van a vivir a un rancho de chapas al borde de la ciudad”.

“Veo una soberbia en ministros y políticos que hablan con tanta ligereza” de los problemas del agro y “nunca vienen a ver cómo trabajamos”, cuestionó.

Y graficó: “Se sienten los dueños de la situación, nos van pagando y mirando a los ojos, cuando ven que sonreímos entonces nos sacan el último billete de 100 pesos”.

“Voté a José Mujica porque me parecía en su momento que era un tipo con una visión diferente, pero cuando vi a la mayoría de gente que lo rodeaba dije: ‘Nos vamos al muere’, señaló.

Criticó que “los dueños de las redes de pago y de los bancos no han sido tocados para nada, son intocables y eso hace que una persona se sienta entregada”.