Los pequeños y medianos productores de leche de nuestro país están al borde de la ruina por las imposiciones monopolistas de las grandes industrias lácteas, que les imponen precios por debajo de sus coste de producción.

Ningún sector de nuestro país – ya sea el metal, los automóviles, la comunicación, o la agricultura – se libra del yugo de las grandes multinacionales – principalmente extranjeras –, que copan el mercado, dictan las leyes y ahogan a los pequeños y medianos productores, aplastando con su mano gigante cualquier posible competencia.

En los últimos meses, se están sucediendo protestas de los ganaderos contra las tres grandes industrias lácteas, las francesas Danone y Lactalis, y Larsa, y también contra distribuidoras como Mercadona. Estas grandes empresas compran la leche por debajo de su coste de producción a pequeños y medianos ganaderos en nuestro país, provocando su ruina, mientras ellas baten récords de beneficios. El futuro del sector primario está en juego por el yugo insoportable de las gigantescas multinacionales, mientras por enésima vez sufrimos el desmantelamiento de los sectores productivos, y corremos de nuevo el peligro de tener que adquirir fuera productos que podríamos obtener de nuestra propia tierra y vender a Europa entera.

Entrevistamos a Francisco Fernández, director de la Asociación de Ganaderos Productores de Leche (AGAPROL)

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Los ganaderos denunciáis que las grandes empresas, como Lactalis o Mercadona, os compran la leche por debajo de lo que os cuesta producirla. ¿Qué está ocurriendo en el sector?
Lo que ocurre es que el precio de la leche en este país lleva congelado más de treinta años, mientras los costes de producción han ido subiendo, asi que, lógicamente, en estos momentos estamos a pérdidas. La mayoría de los costes de producción de la leche son el alimento del ganado, que ha subido un 50% su precio. Cada mes han ido subiendo más porque todo sube. También han subido los demás costes, como la luz y el gasoil. Llevamos así desde octubre del año pasado.

Las grandes distribuidoras, Mercadona, Aldi y compañía, utilizan la leche como producto reclamo. Es un producto de primera necesidad que se consume a diario y lo ponen a precios muy bajos para atraer a los consumidores a sus tiendas. Esto está ahogando al sector. En nuestro país se cierran entre 700 y 1000 granjas al año. La producción se mantiene porque los ganaderos que quedan producen más porque no les queda otra para intentar subsistir.

“Las grandes empresas como Lactalis marcan los precios del mercado, se saltan las leyes y no pasa nada.”

Desde hace un año salió una ley de cadena alimentaria por la cual no se puede vender por debajo de costes de producción, pero las grandes empresas se saltan la ley. No se puede comprar por debajo del precio de coste en ninguno de los eslabones, ni la industria a los ganaderos ni las distribuidoras a la industria. El precio al que se paga la leche en este país está entre 33 y 34 cent/litro y el coste de producción está en unos 39 cent/litro. Los contratos que tenemos son ilegales, nosotros lo hemos denunciado ante el Ministerio, pero no ocurre nada. Los ganaderos se están arruinando y están cerrando.

En octubre en Francia pagaban la leche a 40 céntimos, en Italia a 39, en Alemania a 38,7; y mientras, en España, las grandes industrias pagan por debajo de 0,34 céntimos, con los costes a 0,40 cent/litro. ¿Por qué aquí pagan tan poco por la leche? ¿Creéis que la gran industria quiere hacerse con el sector?
Los culpables de esto son, en cierta manera, la distribución y las grandes industrias. Sobre todo, Mercadona y Lactalis, que son las más grandes. Lactalis es una empresa francesa, la mayor multinacional a nivel mundial y la que más leche coge en este país. Mercadona es la que tiene más cuota de mercado, por encima del 25%. Tienen una posición de dominio muy fuerte en el mercado, marcan los precios, y los demás, van a rebufo. En este país, por la ley de oferta y demanda, en principio la leche debería valer mucho dinero, porque no se fabrica toda la que se consume, hay más demanda que oferta, pero no ocurre así.

Dos veces la Comisión Nacional de los Mercado y la Competencia (CNMC) les ha puesto una sanción a las industrias lácteas más importantes por constituirse en cártel para fijar los precios de la leche. La última vez se lo pusieron en 2019, 80 millones de euros de multa. Estamos secuestrados totalmente. La distribución marca un precio, la gran industria coge su porcentaje de beneficio según los precios fijados y los de abajo tenemos que acatar unos precios que llevan más de 30 años sin subir y que nos hace perder dinero. No tiene ningún sentido que los precios de la leche no suban si suben los costes. Cuanta más leche producimos, perdemos más dinero.

¿Cuál es el futuro del sector primario en nuestro país?

Es una situación que, de no tener una solución rápida, nos acabaremos viendo abocados a conseguir todos los productos comprándoselo a otros países porque no habrá ganaderos. Hay mucho nerviosismo entre algunas empresas lácteas porque tienen miedo de quedarse sin leche en breve. A ellas tampoco les viene bien que los ganaderos nos hundamos.

“En nuestro país se cierran entre 700 y 1000 granjas al año”

Lactalis es francesa y es la que menos paga, por eso las concentraciones se centran en esta empresa, y se rumorea en el sector que puede que haga todo esto para quedarse también con el mercado español de productos lácteos. Es curioso, en Francia producen más leche de la que consumen y está más cara, y aquí pasa al revés, se produce menos y se paga mal. España es un país deficitario en producción de leche de vaca, producimos el 70% de la leche que consumimos. Esto no se puede explicar con las reglas del mercado, eso del libre mercado y la competencia… aquí no se cumple.

Habéis denunciado a las grandes industrias lácteas. ¿Qué respuesta habéis recibido de las Administraciones y el Gobierno?
Prácticamente ninguna. Hemos llevado a Lactalis al juzgado, porque las grandes industrias se saltan las normativas comunitarias creadas precisamente para proteger a los ganaderos de estas, para dar protección al sector primario. Denunciamos pero no ocurre nada, se saltan la ley y la administración no hace caso. En estos momentos se está debatiendo una nueva ley para dar más fuerza a los ganaderos, pero si luego se incumplen y no pasa nada… La AICA, Agencia de Información y Control Alimentarios, cuando sanciona a las grandes empresas les pone multas de 3.000 euros. Eso para una empresa con miles de millones de euros no es nada.

La leche debería haber subido porcentualmente durante estos treinta años, como han ido subiendo todo lo demás. No puede ser que los bricks de leche están a ochenta céntimos. Si se le sube cuatro céntimos al consumidor por litro de leche serían al año cuatro euros más, no lo notarían. Las distribuidoras usan el bajo precio de la leche como reclamo a los consumidores para que entren en sus tiendas y acaben comprando otros productos que son más caros, y así estamos. El Mercadona ha tenido beneficios históricos, con sus dueños en la lista Forbes, como Lactalis. La alimentación es un gran negocio. Nosotros en cambio, trabajamos toda la familia, y cobra una persona, después de mucho trabajo.

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