Según los números de Fedegan, la leche subió 1% de enero a abril, y el queso 2,7%.

En Colombia está pasando algo curioso con la leche, y es que mientras los productores han llevado a la baja sus precios por 13 meses consecutivos, la leche sigue subiendo, aunque levemente, y la inflación sigue teniendo peso en su valor final.

Según los números de Fedegan, la leche subió 1% de enero a abril, y el queso 2,7%. El reporte inflacionario del Dane coincide en que este producto lácteo tuvo un incremento de 2,1% anual, frente al mismo periodo de 2023, y 0,86% en lo que va de 2024. Es decir, la senda alcista sigue.

Oscar Cubillos, de Investigaciones Económicas en Fedegan, asegura que es claro que no hay una correlación entre lo que pasa con el productor y lo que le cobran al consumidor. “Cada vez más hay diferencial, porque el precio del consumidor si bien no está subiendo mucho, sigue subiendo.

Lo que debería pasar es que las bajas que se le están colocando al productor también se transfieran al consumidor para el sector se dinamice, y es que el principal problema es el consumo y la reducción de este, y si los precios siguen arriba mientras al productor se le paga menos es muy difícil”.

Reitera, además, que indicadores como la inflación que han venido bajando, no es una proporción justa para la baja que está haciendo el productor.

“El precio que se le paga al productor cuando sube, inmediatamente se le sube al consumidor, pero cuando baja al productor, no necesariamente baja al consumidor, y aquí hay un tema con los comercializadores, ya que tienen que evaluar que están matando al consumo por no hacer esa transferencia de precios”, complementa Cubillos.

¿Cuáles son las razones de la brecha entre los precios del productor y el consumidor?

Felipe Pinilla, presidente ejecutivo de Analac, explicaba, a partir de tres vertientes, la dinámica de los precios que constituyen el valor final de la leche. En un primer lugar habla sobre los precios del productor, que la misma entidad fija para que este sea un piso y no baje más de la cifra. “Para eso utilizamos una regla de tres que tenemos, que ese es el precio base, que es que de este precio no puede bajar”.

Un segundo punto habla sobre los precios de los lácteos en planta, es decir, antes de que ya sea un lácteo comercializado. “Esto es, a cómo sale el precio del lácteo sin estar en el supermercado, y ahí los precios todavía están más altos que en 2022”, añade Pinilla.

La dinámica está así: al productor le ha bajado, en planta ha estado entre estable y creciente entre el cierre de 2022, y el precio al consumidor, que ya es como se compra el lácteo, sigue subiendo. Felipe atribuye la senda también a la inflación.

“Esto ha venido creciendo, a un ritmo menor, pero la inflación ha seguido creciendo, entonces se ha ampliado esa brecha de lo que le pagan al productor, y lo que nosotros compramos como consumidores, y en ese intermedio está el otro punto y es ¿a cómo salen los precios de la planta?”, describe.

¿Qué hace que los precios sigan altos?

Desded Analac advierten que si bien el productor ya hizo el esfuerzo en lo que llevan 13 meses de los que mes a mes le bajan el precio al que le compran la leche, lo que pasa en planta y en producción no es suficiente, lo que hace que estos esos precios suban.

“Es importante que se vea con más claridad el esfuerzo a la salida de las plantas, y que eso también influya en los precios del consumidor”, complementa Felipe.

Por otro lado, habla de que la cadena láctea necesita tener mayor reconocimiento del consumo, así como lo hacen con otras cadenas como la del pollo, el cerdo o la carne. “Nosotros no tenemos esas campañas de promoción de consumo como el pollo, huevo, y demás. Como sector es algo que nos falta a toda la cadena y que también ayudaría mucho”.

La Niña llega con incertidumbre

Cerrando, Pinilla deja un sin sabor para los productores de leche, y no son buenas noticias. El dirigente explica que saliendo del verano que afectó tanto a algunas regiones del país, las lluvias, que favorecerían el incremento en la producción por el rápido crecimiento del pasto, acabaría empujando el precio del productor más a la baja por el incremento en la oferta.

“Nosotros viniendo en esa tendencia a la baja de precios al productor, estamos en esa incertidumbre de que va a pasar con el precio si crece aun mas la producción de leche”, concluye.

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