El agua sigue causando estragos entre los productores de todo nuestro distrito. Una de las zonas más afectadas es la de Santa Eleodora. La enorme cantidad de milímetros precipitados provocaron que los caminos estén encharcados e intransitables, sobre todo para los productores tamberos que todos los días tienen que sacar miles de litros de leche.

«Estamos arrinconados de todos lados», así describe la situación Marcelo Servera, tambero que hace 44 años tiene su establecimiento en el camino que une Santa Eleodora con Villa Saboya.

«Tenemos los dos caminos que van a Blaquier cortados, con el agravante que la semana pasada volcó el camión que nos venía a buscar la leche, hizo pedazos todo y perdió 7.500 litros de leche. El camión torció el chasis. Lo arruinaron al tipo. Empezamos a llevar con el tractor: son siete horas de tractor de ida y vuelta. El segundo día que pasé se rompieron dos alcantarillas más donde se había caído el camión. Desde ese día estamos reclamando y nadie lo ha arreglado. Hoy encaré por el camino de Cuatro Marías: un calvario, casi volqué el carro dos veces. Estamos encerrados y sin saber qué hacer. No podemos sacar la leche. Vamos a hacer pedazos el tractor y el carro. Nosotros día de por medio pasamos con 10.000 litros de leche. No es un carro que pesa 500 kilos», afirmó el productor.

«El camino a Villa Saboya también lo tenemos cortado. La buena noticia es que llegaron los derechos de caminos y son impagables. La gente que se reúne cuando fijan la tasa vial pareciera que son todos con campos buenos. Nosotros tenemos la mitad del campo bajo agua porque lo han agarrado para reservorio de agua de todos los campos que hay alrededor. Ahora nos encontramos con un derecho de caminos que es impagable y no tenemos caminos ni salida. No sé la gente del Municipio o de Vialidad qué quieren que hagamos. Uno se amarga. Estoy llevando la leche yo porque no me animo a mandar un empleado, tengo miedo que se vuelque el tractor y mate a alguno. Ya no sabemos a quién recurrir», agregó Servera.

Años atrás en la zona había alrededor de 30 tamberos, hoy alcanzan los dedos de una mano para contarlos. «La gente se termina acobardando. El paso siguiente es vender el tambo; y es lo que uno sabe hacer y lo que ha hecho toda la vida. Nosotros arrancamos con el tambo de cero hace 40 años y hace 100 años que estamos los Servera en este campo. Cada año que pasa es peor. Llega un momento en que bajás los brazos. Llega un momento en que uno se cansa y dice ‘vendo y listo’. Estamos con el ánimo por el suelo», señaló.

Por último, Marcelo Servera dejó en claro que «el principal problema que tenemos son alcantarillas rotas y tramos de 400 o 500 metros de canal que están tapados y no dejan correr el agua».

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