Las en torno a 5.200 explotaciones que producen leche de vaca en Galicia pueden encarar con tranquilidad los próximos meses en lo que a precios se refiere. Todo hace pensar que tenderán a subir, al menos en el corto plazo.
Es el escenario al que apuntan dos expertos en el sector como Francisco Sineiro y Jorge Santiso, exprofesores del departamento de Economía Agraria de la Universidade de Santiago de Compostela e investigadores de Ecoagrasoc, en el informe ‘El sector lácteo en España: situación 2024 y perspectivas 2025’, recientemente publicado.
Convergencia con la media de la UE
Pronostican, para el conjunto del país, una “mejora de precios” al ganadero que haga converger la media (49,5 céntimos por litro en las entregas de enero antes de sumar el Iva) con la de la Unión Europea, que se sitúa entre cinco y seis céntimos por encima. Hay que tener en cuenta que en Galicia esa brecha es mayor, pues las granjas de la comunidad son las peor pagadas de la Península con 47,3 euros de media.
Aunque los precios actuales están más de 10 céntimos por litro por debajo del máximo alcanzado entre finales de 2022 y 2023, no es un mal momento para las granjas si se analizan los datos históricos. Y las proyecciones apunta a una mejoría este año. De hecho, de cara a la inminente renovación de contratos, hay industrias que han puesto sobre la mesa subidas de precios a ganaderos gallegos.
Menos granjas y menos vacas
Esa mejora se producirá en un contexto en el que se espera que la producción de leche en España aumente tímidamente, en torno a un 1%. Un crecimiento que los expertos explican que se ve “limitado por la caída del censo –con menos vacas y novillas que hace un año– y la constante reducción del número de granjas, no solo por el cierre de las de menor tamaño. El informe pone de relieve que “en 2023 un tercio de los abandonos se daba en explotaciones con más de 200 toneladas” de producción al año.
Amenazas para la producción
Con ese telón de fondo, el estudio destaca la “paradoja” de que la producción de este ‘oro blanco’ esté “estancada a pesar de niveles de precios altos”, lo que apunta a la existencia de factores “más allá de la rentabilidad económica” que inciden en esta situación. Citan las dificultades para asegurar el relevo generacional y para contratar trabajadores o “la incertidumbre que condiciona la toma de decisiones en las explotaciones”.
Cabe recordar que, en 2022, la caída de la producción en España desató una lucha por el suministro y llevó el precio a máximos.
¿Y cuáles son las perspectivas con el consumo de leche? Se prevé “incrementos moderados” dentro de los hogares y fuera centrados en el queso, mientras en el caso de la leche envasada se prevé que continúe “la tendencia de descenso”.
