La industria de productos lácteos Mondeléz, radicada en la localidad leonesa de Hospital de Órbigo, dejará de recoger leche a los ganaderos a finales de este mes de junio y se proveerá para cubrir sus necesidades de la empresa Leche Pascual mediante compras de leche líquida en cisternas. ASAJA CyL ya había manifestado su preocupación por esta noticia ya que Pascual quiere imponer sus propios contratos con peores condiciones, lo que provocará que los ganaderos perderán al menos 3 céntimos por litro de leche vendida. Por eso ha presentado una enuncia ante la AICA.

La organización agraria recuerda que Mondeléz mantenía unas relaciones muy buenas con sus proveedores y aclara que no tiene nada que objetar a una estrategia empresarial que los directivos de la compañía pueden tomar libremente, pero recuerda que el problema surge cuando Leche Pascual, que quiere ser el cliente exclusivo de este grupo de ganaderos, está haciendo valer los “pactos de no agresión” entre los operadores lácteos y está impidiendo el libre mercado y por lo tanto que cada ganadero se entienda con el comprador que mejor se adapta a sus intereses.

Varias empresas, algunas de ellas leonesas o de provincias limítrofes, han manifestado interés por recoger de forma individual a ganaderos afectados por el cierre de las rutas de recogida de Mondeléz, pero todas ellas han desistido para evitar represalias comerciales por parte de Leche Pascual. Así las cosas, todos los ganaderos tendrán que firmar contratos con Pascual antes de fin de mes bajo las condiciones que este imponga.

LECHE PASCUAL NO SE SUBROGA EN LOS CONTRATOS, SINO QUE PLANTEA OTROS NUEVOS CON PEORES CONDICIONES CON UNA PÉRDIDA DE 3 CÉNTIMOS POR LITRO

Leche Pascual no se subroga en los contratos que tenía Mondeléz, sino que plantea otros nuevos con peores condiciones respecto a los originarios y respecto a las ofertas que habían hecho otras empresas. Si se impone la pretensión de Leche Pascual, los ganaderos perderán al menos tres céntimos por litro de leche vendida, lo que equivale a una media diaria de 120 euros por explotación. Pero la cuestión no es solo el precio, la cuestión es que ninguno de estos ganaderos quiere tener como cliente a Leche Pascual.

ASAJA considera este hecho como de extrema gravedad, y en este sentido se lo ha trasladado a las autoridades agrarias, tanto del Gobierno como de la Junta de Castilla y León, para su conocimiento y adopción de medidas si fuera el caso. Pero la organización agraria ha dado un paso más y ha presentado denuncia formal ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), y ante la Comisión Nacional de los Mercado y la Competencia (CNMC), por entender que se están vulnerando las leyes con pactos que alteran el libre mercado, y ha pedido expresamente que se curse visita a cada uno de los ganaderos para comprobar, con su testimonio, la veracidad de lo denunciado.

ASAJA, en su escrito de denuncia, le recuerda a ambos organismos de control que de comprobarse los hechos que se denuncian, tengan en cuenta que Leche Pascual es una empresa reincidente, pues sobre ella pesa una sanción millonaria de la propia Comisión Nacional del Mercado de la Competencia por formar parte del denominado “cartel de la leche”, sanción que no ha hecho efectiva a la espera de recurso que se ve en la Audiencia Nacional, y se enfrenta además a los procesos judiciales que se están promoviendo por ganaderos individuales que están reclamando los daños y perjuicios que le ocasionó durante años el probado cartel.

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