¨Cuando se acepta la responsabilidad de gobernar, equivocarse es una culpa¨. Epícteto

El éxito no existe. Sortear una elección más no nos convierte en seres exitosos. El éxito es una mentira de los bufones de la vida, una corona de humo que nuestra vanidad nos coloca en la cabeza con la complicidad de los aduladores de turno. En términos generales, nuestro carácter se moldea en la fragua de las derrotas y el sufrimiento y no en las miserias vanas, efímeras y banales de lo que la sociedad de nuestro tiempo ha dado en llamar éxito.

No obstante, ello y con la salvedad de la aclaración, se puede decir que la membresía del sindicato nos ha extendido por el término de cuatro años más, la responsabilidad de continuar guiando las riendas del gremio.

A partir del próximo 08 de enero, por voluntad de las y los compañeros trabajadores lecheros de Argentina, las distintas conducciones que acaban de ser electas en las seccionales y delegaciones de todo el país, como así también el propio Consejo Directivo Nacional, comenzaremos a transitar un nuevo período al frente de nuestra querida Atilra.

Hemos experimentado en estas elecciones una serena paz y también felicidad. Paz por estar tranquilos con nuestra conciencia, persuadidos de haber hecho siempre lo que estuvo a nuestro alcance en defensa de los intereses de las y los compañeros, y felicidad porque un acto eleccionario no deja de representar pautas irrenunciables que se viven en un Estado de Pleno Derecho.

Por otro lado, y paradójicamente, estamos próximos a culminar otro año trágico para la humanidad y para nosotros mismos. Mis sinceras condolencias para con los familiares de las y los compañeros que se marcharon como consecuencia de la pandemia.

Felicitaciones a las conducciones electas de todo el país y un agradecimiento enorme hacia mis pares del Consejo Directivo Nacional por haber apuntalado siempre la labor que desde la secretaría general vengo llevando adelante.

Por último y también en nombre del resto de las y los integrantes del Consejo Directivo, quiero agradecerles a cada una y a cada uno de los afiliados de toda la República Argentina el respaldo y la confianza que cimentará nuestra futura labor.

Muchas veces soñaron con dividirnos para debilitarnos, pero mientras la elección sea directa y secreta a través del voto de las y los compañeros trabajadores lecheros de todo el país, no temeremos nunca confrontar con quien sea, para eso nos preparamos durante todos los días del año y además de considerarnos, sin eufemismos, absolutamente aptos desde el punto de vista intelectual, nos sabemos por sobre todas las cosas leales para con quienes confían en nosotros y fundamentalmente… Buenas Personas. Eso no es poca cosa y nos diferenciará siempre de quienes muchas veces hablan en representación de nadie o atendiendo tóxicos intereses exógenos.

Por los altos intereses que representamos seguiremos trabajando como hasta ahora, con fuerza y convicciones, sabiendo también que por esos mismos motivos seremos atacados impiadosamente por aquellos factores de poder que defienden sus intereses. Señoras y señores: somos un sindicato.

Una vida fácil, allanada de obstáculos y arrullada por la comodidad y el hastío no nos enseña nada. Las piedras del camino son andamios que nos pone el destino para que aprendamos a elevarnos. En eso estamos.

Un abrazo fraterno para todas y todos. Felices Fiestas. Dios las y los bendiga.

Etín Ponce
Secretario General

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