Los precios mayoristas son tomados regularmente como un anticipo de lo que ocurrirá con los precios minoristas en los siguientes tres meses. próximos meses. Es el caso del Índice de Precios Mayoristas nacional, cuyo último informe por parte del Indec del 3,4% fue celebrado por el Gobierno, pero es el caso también de los precios mayoristas de lácteos, informado por el organismo de control de la cadena láctea argentina, que exhibió según el estudio más actualizado un acumulado de 91% en los últimos cuatro meses, ganando por goleada a la inflación minorista nacional.
Efectivamente. A contrapelo de lo que ocurre en términos generales con la tendencia inflacionaria, los precios mayoristas de la leche y sus derivados mostraron un alza del 11% en la última medición de abril. Es el cuarto mes consecutivo en que los mayoristas (el valor que cobra la industria a la salida de fábrica) crece por encima de los registros minoristas (el que paga el consumidor en el comercio). Es más, en el último semestre, en cinco períodos los mayoristas subieron más que los minoristas, lo que implica un claro cambio de tendencia luego de un largo período de movimiento inverso.
¿Qué implica esto? Hasta fines del año pasado el eslabón del comercio fue ganando protagonismo en la cadena láctea al subir el precio de su venta más de lo que pagaba a la fábrica. Ahora, de acuerdo a los números de la OCLA, empezaría a revertirse esa tendencia.
Esto provocó que en el primer cuatrimestre los precios mayoristas aumentaran 90,8%, lo que implica un acumulado interanual del 319,3%. Para comparar estos registros, vale destacar que se incrementaron apenas por arriba del índice mayorista general de Indec, pero 18 puntos por encima de su propia categoría Alimentos y Bebidas en la variación interanual.
Por otra parte, al comparar el índice minorista de Leche, Productos Lácteos y huevos (+330,2% interanual) con los Precios Mayoristas de los Lácteos, se observa una brecha en detrimento de los precios en salida de fábrica de once puntos porcentuales. El diferencial se acrecienta a 50 puntos si se comparan los precios de los lácteos del índice de precios minoristas, siempre según la Ocla.
“En los últimos 5 años se observa un retraso importante en los precios mayoristas (salida de fábrica) con los minoristas (al consumidor), con tasas de diferencia superiores al 50% anual. Evidentemente el efecto control de precios que afectó el desenvolvimiento normal de la cadena en general, en particular, fue mucho más estricto en las listas de precios en salida de fábrica que en los precios en las góndolas. Es por ello que en los últimos meses se ha achicado ostensiblemente la brecha entre ambas variaciones de precios”, explicó el trabajo que sigue mes a mes la evolución de los precios en los distintos eslabones.
El Ocla remarca luego que existe un “diferencial de variación mensual” entre el precio que paga el consumidor y al que vende la industria (incremento del mark up), donde se ve “cómo existe en los últimos 35 meses, un diferencial en contra de los precios mayoristas de más de 40 puntos porcentuales. Esto marca claramente el retraso de precios de los productos lácteos en el valor al que factura la industria”.
Y explica: “La no existencia de controles de precios, la menor oferta debido a la menor producción y el incremento de exportaciones, hacen variar el diferencial de precios entre el valor de salida de fábrica y el precio que paga el consumidor. Los controles de precios que se aplicaban, tenían un estricto seguimiento en las listas de precios de las industrias, pero no ocurría lo mismo en la distribución minorista”, remarcó.
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