Las cifras corresponden al presidente de la Cámara Nacional de Industrias de Bolivia, Ibo Blazicevic, entrevistado por el programa digital En Portada, conducido por Los Tiempos de Cochabamba, Página Siete de La Paz y Asuntos Central de Santa Cruz.
El empresario dijo que el cálculo surge tomando en cuenta una producción de 10 millones de dólares por día de todo el aparato industrial del país. Sin embargo, a ello hay que agregarle las pérdidas sufridas en el camino en las 75 carreteras obstruidas, es decir productos perecederos, como alimentos, lácteos y carne, además de los insumos medicinales.
Sin embargo, Blazicevic anotó que toda la pérdida de este sector se arrastra desde los 21 días del accidente petrolero en el ducto Carrasco-Valle Hermoso (que dejó sin funcionar a por lo menos 21 factorías); prosiguió con los conflictos políticos de octubre y noviembre, y se extendió durante todo el tiempo de la pandemia, para rematar en estos últimos 12 días de bloqueo por parte de la COB y sectores afines al MAS.
Sólo el 20 por ciento trabajó durante los primeros 60 días de cuarentena rígida, y aún ahora que el país ingresa en una cuarentena dinámica, las factorías están funcionando sólo con el 60 por ciento de su capacidad.
Esta situación trae consigo el cierre de empresas y el desempleo, dijo a tiempo de advertir que en este momento al menos 120 mil puestos de trabajo están en riesgo o ya se eliminaron.
Consultado sobre la solución, Blazicevic dijo que plantean dos cosas: la primera, la puesta en ejecución de los Fondos de Reactivación (FORE) comprometidos por el Gobierno para flexibilizar los créditos de las empresas con la banca, y la segunda, un incentivo a la demanda, lo que podría traducirse con la obligatoriedad de que se destine el 20 por ciento de todos los sueldos a la industria nacional. “Pienso que con esto apoyaríamos a las industrias del país y conservaríamos los empleos”, concluyó.
